Desmontando los mitos más comunes sobre el hipotiroidismo
Apr 30, 2024
Si sufres de hipotiroidismo, es posible que ya sepas lo complicado que es saber qué comer cuando se trata de controlar esta afección. Además, es probable que en algún momento hayas caído en uno de los errores más comunes en tu alimentación, causados por mitos (lamentablemente) muy frecuentes en internet.
En este artículo revelaré la verdad detrás de los mitos más grandes sobre el hipotiroidismo para que pueda eliminar toda la información errónea y descubrir exactamente qué alimentos apoyarán tu salud y la salud de tu tiroides.
¿Qué es el hipotiroidismo?
Es una afección en la que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroxina.
La tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en la parte delantera del cuello que produce hormonas que regulan el metabolismo. El metabolismo es el proceso por el cual tu cuerpo convierte los alimentos en energía.
Cuando tienes hipotiroidismo, tu metabolismo se ralentiza, lo que puede provocar aumento de peso, fatiga y otros síntomas.
También puede, si no se controla, elevar el colesterol y hacerte propenso a enfermedades cardíacas y osteoporosis.
Mito #1: Debes evitar todos los productos lácteos cuando tienes hipotiroidismo
Uno de los mitos alimentarios más comunes sobre el hipotiroidismo es que debes eliminar por completo los lácteos de tu dieta.
Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde esta afirmación. De hecho, los lácteos pueden ser una gran fuente de yodo, que es un nutriente esencial para la función tiroidea.
Algunas personas pueden necesitar limitar su ingesta de lácteos si tienen dificultad para digerirlos o tienen intolerancia o alergia. Como siempre es mejor consultar con su proveedor de atención médica antes de realizar cambios en la dieta relacionados con el hipotiroidismo.
Pero dejar los lácteos no es una “cura”.
Mito #2: Debes mantenerte alejado del gluten, incluso si no tienes la enfermedad celíaca
Otro mito alimentario sobre el hipotiroidismo es que el gluten debe evitarse a toda costa, incluso si no tienes la enfermedad celíaca. Y esto es porque el gluten ha sido demonizado en algunas tribus nutricionales. Sin embargo, tampoco hay pruebas que respalden esta afirmación.
Es cierto que las personas con enfermedad celíaca deben evitar el gluten porque su sistema inmunológico reacciona y daña el revestimiento del intestino delgado. Esto puede conducir a una mala absorción de nutrientes y causar una variedad de síntomas, que incluyen fatiga y pérdida de peso.
Pero para las personas SIN enfermedad celíaca, no hay evidencia de que el gluten tenga algún efecto negativo sobre la función tiroidea.
Hay alguna evidencia que sugiere que una dieta sin gluten puede beneficiar a las personas con enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto, que es una causa común de hipotiroidismo.
Pero esta evidencia es realmente pobre y no ha sido verificada en estudios más grandes. Además, recordemos que el gluten no solo proviene de harinas blancas y refinadas, sino que también existe en granos integrales por lo que, eliminar su ingesta también te aleja de los beneficios que aportan: como la fibra y la vitamina B.
Mito #3: La soya es mala para la salud de la tiroides
La idea de que la soya interfiere con la función tiroidea proviene de estudios realizados en la década de 1950, que encontraron que las ratas alimentadas con altos niveles de soya desarrollaron bocio, una condición en la cual la glándula tiroides se agranda.
Sin embargo, investigaciones posteriores han encontrado que la soya no tiene el mismo efecto en los humanos. De hecho, la soya contiene compuestos llamados fitoestrógenos, que en realidad pueden ayudar a regular los niveles hormonales en el cuerpo.
Si bien es cierto que algunos estudios han sugerido que la soya podría interferir con la absorción de la medicación con hormona tiroidea sintética, la evidencia es mixta. Esto significa que algunos estudios no han encontrado un efecto significativo en los niveles de hormona tiroidea, mientras que otros han encontrado una disminución modesta en la absorción.
No obstante, es importante discutir cualquier inquietud que pueda tener sobre la soya con su médico si está tomando medicamentos para la tiroides.
Mito #4: Comer demasiadas verduras crucíferas puede afectar la función tiroidea
Otro mito alimentario común que rodea al hipotiroidismo es que las verduras crucíferas, como el brócoli, el repollo y la col rizada, pueden afectar la función tiroidea si se consumen en exceso.
Este mito proviene del hecho de que las verduras crucíferas contienen bociógenos, compuestos que pueden interferir con la absorción de yodo por parte de la glándula tiroides e inhibir la producción de hormonas tiroideas.
Sin embargo, la cantidad de vegetales crucíferos que necesitaría consumir para tener un impacto significativo en la función tiroidea es mucho más alta que la que normalmente comería en una dieta normal y variada.
Por ejemplo, un estudio encontró que consumir casi un litro de jugo de col rizada por día durante 7 días no alteró significativamente la función tiroidea.
Cocinar estas verduras también puede reducir su contenido de bociógeno al tiempo que aumenta su contenido de antioxidantes. Recuerda: las verduras crucíferas son una parte nutritiva de una dieta equilibrada que puede apoyar la salud en general.
Mito #5: Es necesario evitar la cafeína por completo para las personas con hipotiroidismo
Otro mito común que rodea al hipotiroidismo es que las personas con esta afección deben evitar la cafeína a toda costa.
La idea detrás de este mito es que la cafeína puede interferir con la absorción de la medicación de la hormona tiroidea y exacerbar síntomas como nerviosismo, ansiedad y dificultad para dormir.
Si bien es cierto que el consumo excesivo de cafeína puede empeorar estos síntomas, la investigación científica no respalda el argumento de que la cafeína debe evitarse por completo. Sin embargo, sólo para pecar de precavido, mi recomendación es evitar el café hasta 60 minutos después de tomar el medicamento para la tiroides.
Lo mismo con la soja, el calcio y otros suplementos. De hecho, algunos estudios sugieren que la cafeína puede tener un efecto positivo sobre la función tiroidea. Un estudio encontró que el consumo de cafeína se asoció con un menor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides, pero honestamente no fue una gran metodología.
En resumen, evitar la cafeína por completo no es necesario para las personas con hipotiroidismo.
Mito #6: Comer ciertos alimentos curará el hipotiroidismo
Otro mito común que rodea al hipotiroidismo es que existen ciertos alimentos o suplementos que pueden curar la afección.
Si bien es cierto que una dieta saludable es importante para la salud en general, no existe un alimento o nutriente que pueda curar el hipotiroidismo.
También es importante tener en cuenta que, si bien ciertos nutrientes como el yodo y el selenio son importantes para la función tiroidea, la suplementación con estos nutrientes solo es necesaria si tiene una deficiencia.
De hecho, la suplementación con demasiado yodo puede empeorar el hipotiroidismo en algunas personas.
No creas en historias de alimentos mágicos y mejor comienza a tomar decisiones para una alimentación más saludable.
¡Más ciencia, menos drama!
Fuentes:
https://www.nature.com/articles/s41598-019-40647-x
https://www.medscape.com/viewarticle/901118#vp_1
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5334683/
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